miércoles, 10 de agosto de 2011

Colombia: En centro comunitario LGBT más de 20 mil personas han encontrado apoyo


Este es el lugar indicado para quienes sienten confusión sobre su orientación sexual.

Laura Weins es judía, mujer y transexual. Nació hace 30 años, como hombre, pero se dio cuenta de que se asumía diferente.
Ahora lo dice segura, suena fácil, pero en realidad ha sido un proceso largo. Ella hace parte de las más de 20 mil personas que han encontrado apoyo en el centro comunitario LGBT -lesbianas, gay, bisexuales y transgénero- de Chapinero, en sus casi cinco años de funcionamiento.
"Lo que pasa con las personas es que todo lo que no se parece a ellas les da miedo -cuenta con una sonrisa tranquila-. Yo misma sentí temor y por eso tuve que trabajar, tener un proceso de reconocimiento y aceptación en el que el centro comunitario fue decisivo". Ahora Weins trabaja en el centro LGBT.

Ella, como muchas de las personas que encuentran diferencias en la forma de asumir su orientación o identidad sexual, alguna vez pensó en el suicidio.
Y fue precisamente por esta razón que nació este lugar, en la anterior administración local. "Con datos del programa de la Cámara de Comercio, zonas seguras, nos dimos cuenta de que las cifras de suicidio en Chapinero eran altas -cuenta la ex alcaldesa Angélica Lozano-. Indagamos y observamos que muchos de ellos se debían a los problemas para asumir una orientación sexual o identidad diferente".
Fue así como se creó una mesa de trabajo con la participación de diferentes instituciones y con distintas ideas para saber qué era lo más útil que se podía hacer.
"Concluimos que lo mejor para disminuir los prejuicios de la gente era generar un espacio en el que se articulara la comunidad -dice Lozano-. La mejor terapia es la de pares; esa en la que las personas llegan, cuentan su historia y se sienten identificadas con el relato del otro".
Daniel Verastegui llegó al centro comunitario desde sus inicios, como voluntario y ahora es el coordinador general. De manera sencilla, pero con el pecho hinchado, define el espacio que lo ha visto crecer como profesional: "Es un sitio que ayuda a fortalecer las organizaciones sociales LGBT, presta servicios especializados para los miembros de esta comunidad y sus familiares y amigos".
Andrés Useche es licenciado en filosofía y ciencias religiosas, tiene 32 años y, luego de asistir al centro por primera vez en busca de una asesoría sicológica, se quedó como voluntario y ahora es el coordinador del colectivo de hombres gay. "Me gustó la dinámica y el hecho de que nos ayudan a empoderarnos en nuestros derechos", dice Useche.

Verastegui recuerda el caso de una señora que parqueaba su carro frente al centro, sin atreverse a bajar. Uno de los sicólogos del lugar, que se percató del hecho, se acercó a ella y la ayudó a entender la situación de su hija lesbiana. Ella no podía siquiera pronunciar la palabra que definía la orientación sexual de su hija, por la vergüenza que le producía.
Nidia Munevar es otra beneficiada. Su hijo, de 19 años de edad, es homosexual. Hoy cuenta orgullosa que lloró mucho cuando supo sobre su orientación sexual. "Con las asesorías que me prestaron me di cuenta de que mi hijo no es raro ni está enfermo", dice Munevar.
¿Cómo funciona el centro hoy?
El centro comunitario LGBT fue creado en la administración de Angélica Lozano, en el año 2006, mediante una alianza con Colombia Diversa, Profamilia y Theatron.

Desde el 2009 está bajo el control del Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC). En él trabajan voluntarios y se reúnen diferentes grupos como 'Padres y madres de LGBT' y 'Los años dorados', al que pertenecen personas de la tercera edad.

Está ubicado en la calle 66 No. 9A-28. Su horario de atención es de lunes a viernes, de 1 p.m. a 9 p.m., y los sábados, de 10 a.m. a 7 p.m.
MÓNICA VARGAS LEÓN
REDACCIÓN EL TIEMPO ZONA



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