lunes, 8 de agosto de 2011

Venezuela: Saúl se convierte en Michelle con cirugía de cambio de sexo

Escrito por Judith Valderrama/DLA Táchira
lunes, 08 de agosto de 2011

"Yo le dije que si llegaba a morir, al menos estaría muriendo por mi sueño. Toda la
vida no iba a estar pensando en lo que pudo ser y no fue. Si triunfo, tendré la satisfacción de haberlo logrado todo"

Cuando se trata de Michelle no es un cliché la frase "es una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre". A sus 26 años logra metas personales, que otros como él, viviendo en países con más oportunidades científicas y económicas, dilatan décadas en alcanzar o nunca consiguen.

Verla es ver una mujer, oírla es oír una mujer, pero nació hombre. Tiene cuerpo curvilíneo, cabello largo, uñas maquilladas, senos prominentes y usa perfume femenino. En la calle nadie diría que se llama Saúl Pinzón, y cuando debe identificarse, son muchas las explicaciones que necesita dar para que le crean que es él mismo de la cédula de identidad.

Más allá de su apariencia, Saúl Pinzón, dice tener un mundo espiritual rico, pero convulsionado por su transexualidad: "Creo que el alma no tiene sexo. Hablo sola con Dios y le pregunto por qué siento todas estas cosas dentro de mí. No es fácil", decía con voz quebrada por única vez en la entrevista. Estaba nerviosa, faltaban unos días para realizarse la cirugía definitiva, la de reasignación de sexo.

Mujer completa

Ya su momento más deseado pasó. A dos días de realizada la intervención para el cambio de sexo se muestra recuperada, y con emoción comenta: "Me siento muy, muy feliz, todo salió muy bien, he cumplido mi sueño. El doctor dijo que estaría en la clínica hasta el sábado, pero me estoy recuperando tan rápido que creo que saldré antes".

El funcionamiento y la sensibilidad de su nuevo órgano sexual -dice Michelle- lo sabrá cuando transcurra el tiempo. "No me interesa tanto la parte sexual. Me interesa más verme mujer".

Antes de cumplidos dos meses de la cirugía, otro chequeo de su médico le dice que está muy bien. La autorizan para su primera relación sexual con la neo-vagina que le construyeron. En ese momento la asalta la emoción, pero también los nervios y así lo deja ver.

El descubrimiento

Saúl Pinzón, conocida como Michelle, nace en Colón, municipio Ayacucho. Allí vive y trabaja en su propia peluquería: "Desde los siete años comencé a descubrir que algo pasaba en mí. En la noche, me ponía ropa de mamá, lo hacía a escondidas, de haberme descubierto me habrían pegado".

Su padre un hombre trabajador y tradicionalista, venido de Colombia; su madre tachirense y de férrea formación moral. A Saúl (Michelle) le costó más la aceptación de su madre, con quien se terminó de criar luego del divorcio de sus progenitores. "Mamá me contaba que notó mi tendencia desde que yo tenía como tres años, pero fue hasta los 15 cuando decidió enfrentarme".

¿De acuerdo a su propia vivencia el homosexual nace o se hace?

- "Siento que nacemos, lo que pasa es que a la gente le da miedo la sociedad por enfrentar todo lo que le viene. Porque no creo que a usted con el tiempo le llegué a gustar otra mujer, eso hay que sentirlo desde siempre".

¿Los niños suelen ser crueles por su sinceridad, fue dura su etapa escolar?

-"Realmente no. Me la pasaba con los niñas, no me interesaba el fútbol, las metras, ni los carritos. Era amanerado, jugaba a escondidas con muñecas para que no se burlaran de mí. Otros niños me ponían sobrenombres, pero aprendí a llevarlo. Creo que soy de los gays, que menos ha sufrido por rechazo o discriminación".

¿En el liceo cómo fue su vida, comienzan los romances y a definirse los gustos sexuales?

-"Me fue bien, mi mejor amiga era la chica más bonita del liceo, entonces todos los muchachos querían estar cerca de ella y eran amables conmigo".

¿Cómo se las ingenió para no sufrir?

-"Creo que eso depende mucho del comportamiento que nosotras tengamos".

¿Cómo se deben comportar ustedes, los transexuales, según su experiencia?

-"Los gay por llamar la atención -en muchos casos- se comportan como payasos y la gente en vez de acercárseles los rechaza. La mayoría de mis amistades les gusta llamar la atención como sea, yo lo hago sin necesidad de hacer lo que ellos hacen, que si están en una fiesta se ponen a loquear, a gritar, otros a desfilar como si fuesen modelos. Muchos hacen shows a donde van, por eso en muchos sitios no nos dejan entrar. Yo soy discreta".

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles de Saúl Pinzón al descubrirse mujer con un cuerpo de hombre?

-"Lo más difícil lo vivía yo sola, y era frente al espejo. No me gustaba lo que veía cuando me ponía al frente de él".

"Se soltó a llorar"

Aceptar ante su madre, su homosexualidad se suma a la lista de los momentos más duros en la vida de Saúl Pinzón. A su papá nunca se lo ha dicho, él lo sabe pero jamás lo hablaron.

"Desde los 13 o 14 años mamá me preguntaba todos los días si yo era gay. Siempre le decía que no, ella insistía, hasta que un día me cansé de tanta preguntadera -tenía 15 años- y le dije que sí. Ella se soltó a llorar, yo también. Me pidió que me fuera de la casa. Comencé a recogerlo todo, pero al rato me dijo que me quedará, y así fue".

13 operaciones previas

Desde los trece años comenzó a soñar con una cirugía de cambio de sexo, y cuando empieza a vestirse de mujer nace la necesidad de iniciar la transformación física. "Pasaba mucho tiempo colocando relleno en el sostén, ahora ni me pongo sostén. Con los pantalones era otro problema, los de hombres son planos y se me veían feos, por eso con la "lipo" me dieron forma, luego los glúteos y así fue pasando. Hasta que una amiga me comentó que aquí en San Cristóbal hacían la operación de cambio de sexo".

¿Cuándo Saúl decidió convertirse en Michelle?

-"A los 18 años, a esa edad ya podía mandar en mí, además aprendí la peluquería y podía mantenerme. Antes de los 18 años tenía apariencia de varón, con rasgos afeminados. Estaba entre si y no, en casa me permitían pintarme el cabello porque decía que era moda. Al cumplir la mayoría de edad empecé a vivir sola y a transformarme".

¿Qué se ha operado?

-"Juum, no recuerdo todas las operaciones -risa- pero puedo nombrarte algunas como los senos, liposucción, glúteos, nariz, orejas, aumento de labios. Me las han hecho diferentes cirujanos plásticos, he repetido tres veces la de nariz y dos de orejas".

¿Cómo maneja el miedo de entrar tantas veces al pabellón quirúrgico?

-"No, nunca he sentido miedo. El deseo de verme mejor es superior a todo, incluso la de cambio de sexo que es más complicada tampoco me asustaba mucho".

¿Es costoso pagar esa transformación, quién la ha financiado?

-"Yo misma lo he hecho con mi trabajo. Son más de 200 millones, pero lo más costosa es la de cambio de sexo".

¿Cómo es la relación con sus amigos homosexuales. La quieren imitar, la admiran, la envidian?

-"Me la llevo bien con mis amigas, y sí muchas quisieran hacer lo que he hecho, es un sueño de muchas de nosotras"

¿Tiene pareja, y qué opina de su cambio de sexo?

-"En la vida sentimental me ha ido más o menos, pero si tengo mi pareja y me apoya en la decisión que tomé".

Saúl no es el único

"Después de la cirugía, cuando comencé a salir a la calle noté que las personas me estaban dando un trato mejor, como mujer que soy y me siento. Creo que eso también se debe a que me siento más segura que nunca. En relación a mi pareja, el hombre que quiero, me aceptó. Aún no hemos tenido el primer encuentro íntimo, pero los dos estamos nerviosos porque ya será nuestra primera vez".

Esa es la experiencia, que ayer domingo comentaba Michell, al casi cumplir dos meses de ser intervenida y a un día de celebrar sus 27 años de edad. Su futuro lo prevé mejor que su pasado, porque su aspecto está en concordancia con su pensar y sentir.

Pero Saúl Pinzón, está muy lejos de ser el primer hombre en realizarse una cirugía tan trascendental, otros muchos la antecedieron, como Christine Jorgensen de New York, quien se dice que fue el primero en ser intervenido y se le aplicó terapia hormonal, este hombre de apariencia femenina ganó mucha notoriedad en los años 50´ y se convirtió en una celebridad, fue actriz y cantante, y visitó muchas universidades ofreciendo conferencias sobre su experiencia como transexual. Murió de una complicación en su vejiga y cáncer de pulmón, enfermedad que le consumió en cuatro semanas, días antes de cumplir 63 años de edad.

Otro de los primeros en operarse con reasignación de sexo fue la francesa Coccínelle, quien se convirtió en una famosa artista; resaltó también por su belleza, entre el grupo de los primeros transexuales en operarse, April Asheley, quien fue vedette del Carrusel de París, y dejó todo eso después de la operación para casarse en Gibraltar, con un rico heredero, pero su matrimonio fue anulado. Ella vive en Estados Unidos, donde se residenció, luego de ese infortunio personal.

Nueva vida

Antes de ser operada para el cambio de sexo Michelle necesitó tratarse con un psiquiatra, luego de ser calificada como transexual y apta para la trascendental intervención firmó un documento privado donde autorizó la cirugía, finalmente cumplió los exámenes preoperatorios de rigor y llegó al pabellón quirúrgico.

"Mi mayor felicidad ha sido soñar con mirarme al espejo y ver que no tengo un pene. Ya ese sueño es verdad. También soñaba con ponerme la ropa interior que tanto me gusta y no podía usar, o ir a la piscina y colocarme traje de baño sin estar ocultando nada".

Su familia le apoyó en este paso trascendental, sólo su papá presentó reservas, temía que Saúl (Michelle) muriera en la cirugía. "Yo le dije que si llegaba a morir, al menos estaría muriendo por mi sueño. Toda la vida no iba a estar pensando en lo que pudo ser y no fue. Si triunfo, tendré la satisfacción de haberlo logrado todo".

¿Cumplida su meta mayor ahora que planea con su vida?

-"Bueno iniciaré el proceso después de cuatro meses para cambiarme la identidad legal, pero en Venezuela es muy difícil. En todo caso mi nombre no me estorba".

Casarse y criar hijos no está en sus planes: "He visto tantas cosas, y como está ahora el mundo será mejor quedarme con mis sobrinos y los primitos".

Michelle con Dios

Dice con firmeza que su lucha por hacerse la cirugía de reasignación sexual no se trata de sexo, ni nada de eso, que si algún día por alguna razón no pudiera estar más con un hombre seguiría siendo Michelle. "Si me ponen a escoger entre cualquier cosa y ser mujer, prefiero ser mujer. Incluso si el hombre que amo me dijera vístase como hombre y vamos a hacer una vida de hombre, no lo haría, preferiría quedarme sola, no tener a nadie al lado, pero sentirme como quiero y como soy: una mujer".

¿Dice que cree en Dios, como es su relación con él?

-"Siempre le he pedido perdón a Dios sobre todo esto".

¿Siente que tiene culpa?

-"Ujú". Hace una pausa de silencio y respira profundo.

- ¿De qué se siente culpable?

-"Sé que de una u otra forma Dios me mandó hombre, por eso temo muchas cosas. Temo seguir luchando por lo que quiero y estar nuevamente ante los ojos de Dios. Le pido mucho perdón, pero mi vida hubiese sido más fácil si hubiese sido mujer. Dios tendrá su motivo para haberme enviado hombre a la tierra".

¿Qué respuesta siente qué le da Dios cuando le habla?

-"Siento que le he fallado. Pero si Dios me ha permitido llegar hasta donde lo he hecho, es por algo. O tal vez, a Dios le importará es el ser humano que soy, mi alma y mi comportamiento, no lo que llevo por fuera".




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